Txomin logró escapar a la detención, pero el acontecimiento le valió ser descubierto como miembro de ETA, lo que supuso su exilio al País Vasco francés.
Ya a finales de los años 70, Txomin fue designado por ETA como interlocutor preferente en una hipotética negociación con el gobierno español y considerado por este como el dirigente más adecuado por su carisma y talante político para llevarla a cabo.
Estos contactos quedan cortados cuando es detenido por última vez y fue expulsado a Argelia, tras una breve estancia en Libreville, la capital de Gabón.
En Argel, volvió a ser el principal interlocutor de ETA en un diálogo con el gobierno español que no tuvo resultados por su prematura muerte.
Al finalizar el funeral el féretro fue trasladado en manifestación a la plaza, donde varios miles de personas abarrotaron esta y los alrededores.