El culto al sol formó parte de la cultura amerindia.
El pueblo Muisca tenía como templo religioso principal dos piedras en forma circular, talladas en una roca de gran dimensión, que los mismos que los españoles llamaron Cojines del Diablo, debido a los rituales de siembras y cosechas realizados por los indígenas donde predecían los cambios astronómicos y agrícolas del pueblo.
Hoy se encuentra en la Comuna 4, muy cerca al Templo del Topo.
Fue un lugar célebre durante la colonia debido al fracaso del intento de desagüe por parte del capitán español Jerónimo Donato de Rojas en el siglo XVII.
El Cacique Quemuenchatocha oculto allí sus tesoros, los que ningún otro ser humano ha podido encontrar.
El Museo Arqueológico se encuentra en la Biblioteca Jorge Palacios Preciado.
Situado a un lado de la Carretera Panamericana en el norte de la ciudad se encuentra el monumento a la resistencia indígena del cacique Quemuenchatocha contra la hostigación española, bajo la consigna "Mi cuerpo está en vuestro poder, disponed a vuestro antojo, pero en mi voluntad mando yo".
Fue edificada a mediados del siglo XVI, con la mano de 3.000 indígenas.
La fachada tiene un conjunto labrado en piedra de estirpe Dórico-Toscana, con entablamento y pilastras esculpidas en altorrelieve, cuyo esquema se acerca al estilo plateresco.
Esto es un hecho, sin embargo, existen dudas y controversias en el conocimiento científico acerca de los efectos sobre diferentes aspectos del rendimiento deportivo.
[11] Tunja es un centro de entrenamiento reconocido de entrenamiento en deportes extremos tales como el rápel, espeleología, parapente, canotaje,[12] caminatas, escalada, ciclomontañismo, tirolesa, campismo,[13] patinaje,[14] entre otros.
Tunja es un punto estratégico económicamente por su posición geográfica que permite la conexión de Bogotá con la Costa Caribe, Venezuela y los Llanos Orientales.
Modernas aceras inauguradas en 2010 permiten un acceso más confortable a los peatones, aunque disminuyó la capacidad de tráfico en la zona.