Tumbas imperiales de las dinastías Ming y Qing es la denominación bajo la cual la Unesco inscribió varios conjuntos de tumbas imperiales en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 2000, 2003, y 2004.
La Unesco lo justifica así:
Estatuas de animales en una y otra parte de la calle de las almas, Pekín.