Los esclavos, que generalmente se ocupaban en labores agrícolas vinculadas a la recolección y siembra del café, también acogieron influencias "aristocráticas" de sus amos.
En un primer momento, los esclavos realizaron sus celebraciones en los secaderos de café.
Más tarde, surgieron los cabildos o "sociedades" y se les denominó “tumba (de fiesta) francesa”.
En la danza, además, eran personalidades relevantes el "mayor" o la "mayora" de plaza, que dirigía el baile; el compositor o cantante solista y la reina cantadora, como guía del coro.
Los instrumentos musicales que se utilizan son: La voz "Tumba" es de origen congolés y significa jolgorio o fiesta en la lengua bantú.
La Tumba Francesa fue proclamada en 2003 en la Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad[3] La institución, que tiene su sede en la calle Pío Rosado en el casco histórico santiaguero, recibió en el año 2000 el Premio Nacional de Cultura Comunitaria y en noviembre del 2003 la UNESCO la declaró «Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad».