Se parece mucho al chochín criollo pero de mayor tamaño y con un pico obstensiblemente más largo, lo que lo asemeja al cucarachero de Carolina.
[3] También aparece en los edificios de los cuarteles y los jardines de bahía Azufre,[1] pero generalmente evita las costas rocosas y otras zonas expuestas.
[3] A finales de marzo se observa a los machos cantando y amenazando a los intrusos en su territorio.
[3] Los huevos son similares a los del chochín criollo, pero más grandes y alargados.
Miden aproximadamente 20×14 mm y su coloración es como la del chochín criollo pero con menos manchas, peor más concentradas en los extremos.