En los seres humanos, T. vaginalis se suele trasmitir a través de las relaciones sexuales.
En el hombre, los síntomas incluyen flujo del pene, ardor al orinar y molestias.
La enfermedad, al ser un parásito, es transmisible durante el coito, y puede favorecer la aparición de otras infecciones.
En cambio las mujeres suelen permanecer infectadas a menos que reciban el tratamiento.
El tratamiento farmacológico de la tricomoniasis recordemos que está recomendado tanto para el paciente como para su pareja sexual y está basado tres esquemas a elegir por el médico tratante individualizando cada caso:[2] 1.