Tribunal de Contrafacciones

Ansiosamente deseado, los catalanes pugnaron durante doscientos años hasta conseguir su creación.Permitía así garantizar el ordenamiento jurídico catalán con la coparticipación de las instituciones del Principado y los oficiales reales.Era una prueba de que el mismo rey reconocía las leyes tradicionales catalanas y se mostraba dispuesto a someterse a las mismas, de tal modo que sus decisiones podían ser reevisadas por este Tribunal.La amenaza absolutista quedaba así neutralizada, pues las pragmáticas y los reales decretos del rey o sus virreyes quedaban supeditados al cumplimiento del ordenamiento constitucional catalán; además, si cualquier oficial real vulneraba una constitución catalana (ley), debía ser sometido a un proceso judicial de contrafacción.[3]​ Finalmente en 1705 estalló la rebelión armada en Cataluña que supondría el inicio a la Guerra de Sucesión en suelo español.
Libro I de las Constituciones de Cataluña , Capítulo de corte XXXVI:
« XXIII EL MISMO [en referencia a Felipe V] , en la dicha Corte [de 1701-1702] . Capítulo XXXVI. Como la experiencia ha enseñado sobre las demás que la inobservancia de los Usajes de Barcelona, Constituciones, Capítulos y Actos de Corte, usos, prácticas, observancias, y costumbres, Privilegios, exenciones, libertades de Comunes, y particulares del Principado, y demás leyes, y derechos de la Patria, se acostumbra a originar de haberlas cometido, y dejado a declaración de las Contrafacciones, o contra Constituciones, en los mismos Doctores de la Real Audiencia [..] »
Sentencia del Tribunal de Contrafacciones emitida el 1 de abril de 1704.