Dicha leyenda fue recogida en el Trezenzonii de Solistitionis Insula Magna, un códice medieval hagiográfico redactado en latín en el siglo XI, del cual se conservan actualmente dos manuscritos en la Biblioteca Nacional de Lisboa.[1] Tras haber sido saqueada Galicia por una de las múltiples razzias con que los musulmanes atribularon la región en el siglo VIII, Trezenzonio se dirigió a la Torre de Hércules, en La Coruña (en aquel entonces llamada Brigantium).Allí dirigió su mirada hacia el mar, donde con ayuda de los primeros rayos del amanecer pudo divisar la llamada Gran Isla del Solsticio (Magna Insula Solistitionis), que estaba consagrada a Santa Tecla.Permaneció en ella durante siete años, y una vez transcurrido este tiempo un ángel se le apareció y le encomendó navegar de regreso a Galicia.Por haberse resistido a las órdenes divinas fue castigado con lepra, y tuvo que contemplar impotente cómo se pudrían durante el trayecto de regreso las pruebas que sobre la existencia de la Gran Isla del Solsticio había acumulado en la nave.