Los materiales de que se dispone para hacer las traviesas serán la madera, el acero, la fundición, los materiales sintéticos, el hormigón, el hormigón armado y el tensado, que es el más usado en la actualidad.
Se pueden distinguir claramente dos clases de traviesas de hormigón: La traviesa de hormigón está realizada con una armadura (calculada para ofrecer una buena resistencia a la presión del material rodante) que queda oculta al echar el hormigón al molde.
La desventaja principal es su peso y con éste la manipulación; la traviesa monobloque pesa unos 300 kg, por lo que para su manipulación se requiere maquinaria o un número considerable de agentes u operadores.
Conserva bien el ancho de vía, aunque hay matizaciones al respecto con la traviesa bibloque.
Este sistema cuenta con: Postensado y pretensado Todo este trabajo está realizado utilizando de base la tecnología española, por lo que tanto las técnicas como medidas pueden variar de unos a otros países al no existir una normativa estándar ni internacional, o por lo menos, éste que escribe no la conoce