El tratamiento sintomático, atención de apoyo o terapia de apoyo es cualquier terapia médica de una enfermedad que solo afecta sus síntomas y no la causa subyacente.
En muchas enfermedades, incluso en aquellas cuyas etiologías se conocen (p.
ej., la mayoría de las enfermedades virales, como la influenza y la fiebre del Valle del Rift), el tratamiento sintomático es el único tratamiento disponible hasta ahora.
El tratamiento sintomático no siempre se recomienda y, de hecho, puede ser peligroso, porque puede enmascarar la presencia de una etiología subyacente que luego será olvidada o tratada con gran retraso.
Ejemplos: Finalmente, el tratamiento sintomático no está exento de efectos adversos, pudiendo ser causa de consecuencias iatrogénicas (es decir, efectos nocivos provocados por el propio tratamiento), como reacciones alérgicas, sangrado de estómago, efectos sobre el sistema nervioso central (náuseas, mareos, etc.).