En este tratado ambas partes reconocen que la frontera ha sido completamente demarcada, que las diferencias sobre materia de límites quedaban terminadas y que reconocen como válidas las labores de demarcación realizadas por la Comisión Demarcadora de 1901, la Comisión de Expertos Suizos, y las que se habían sucedido y se sucedieran de ese momento en adelante, siempre y cuando sean de común acuerdo.
Dicho tratado le concedió la soberanía casi completa a Colombia sobre la península de la Guajira y a Venezuela un estrecho margen al oriente de esta.
A su vez, Venezuela pudo recuperar la cuenca del río Sarare y el municipio Rómulo Gallegos en el estado Apure, las selvas de Yavita en el estado Amazonas, y la vertiente oriental de la serranía del Perijá en el estado Zulia, en tanto a Colombia le correspondió la vertiente occidental en el departamento del Cesar.
[3] La frontera terrestre colombo-venezolana es una zona conflictiva y de perenne tensión entre ambos países, por problemas como el narcotráfico, contrabando o comercio ilegal, la presencia de enfermedades de alto riesgo que suelen propagarse a ambos lados de las líneas limítrofes, la presencia de la guerrilla colombiana.
[4] Aunque este tratado llegó a un común acuerdo sobre los límites del territorio continental de ambas naciones, aún no existe la correspondiente delimitación del territorio marítimo.