Trastorno específico del lenguaje

El término ha ido reemplazando paulatinamente denominaciones más antiguas como alalia, automudez, sordera verbal congénita o afasia evolutiva.

[1]​ No se conoce muy bien la etiología, pero los estudios más recientes dan sospechas de un factor genético.

[2]​ Se define por exclusión: es todo inicio retrasado y todo desarrollo enlentecido del lenguaje que no pueda relacionarse con un déficit sensorial, un déficit motor, deficiencia mental, trastornos psicopatológicos, privación socioafectiva ni con lesiones cerebrales evidentes.

Se realiza una evaluación completa de las capacidades cognitivas generales y del lenguaje.

En general las estrategias de intervención en este trastorno consisten en aumentar la frecuencia con la que se presentan determinados objetivos lingüísticos al niño, y asegurarse de que tales objetivos aparecen en contextos lingüísticamente no ambiguos.