Sin embargo, un frente de mal tiempo arribó a la zona, provocando nevazón y un importante descenso en las temperaturas.
Las autopsias revelaron que no habrían tardado más de dos o tres horas en morir por hipotermia.
Algunos soldados lograron llegar hasta el refugio La Cortina, perteneciente antiguamente a la compañía eléctrica ENDESA y en desuso.
Algunos cuerpos fueron encontrados a más de cuatro metros bajo la nieve y se debieron utilizar servicios satelitales para ubicarlos.
La búsqueda se extendió hasta el 6 de julio, fecha en que fue encontrado y desenterrado el último cadáver.
[7] Por otra parte, el daño psicológico tuvo como principales consecuencias el estrés postraumático e intentos de suicidio.
He ahí el origen del epíteto obituaria que se le ha dado a esta nueva y bella planta.