Suelen consumirse como parte de la botana, en compañía de frijoles, salsas, guacamole, etc. Es posible encontrar en los establecimientos comerciales diversas marcas comerciales.
Es común encontrarlos a la venta tanto fritos como horneados.
Esta última variedad es la más reconocida actualmente por los habitantes del país.
Frecuentemente la elaboración responde a la conveniencia de aprovechar sobrantes de tortillas que aun son comestibles, pero ya no están frescas.
El consumo de totopos tradicionales es fuertemente en México, principalmente en los estados de Oaxaca y Chiapas, aunque su uso se ha ido extendiendo a Norteamérica y Centroamérica.