Fue construida en 1877 —siendo Iquique territorio peruano— y su reloj fue importado desde Inglaterra.La comisión designada para el estudio del proyecto estimó que serían necesarios 7000 soles para la adquisición del reloj, cuya compra sería finalmente pactada con el joyero Federico Franzt.Como consecuencia, se amplió la plaza hacia el sur y el oeste, anexándole manzanas que había sido destruidas por el siniestro.El edificio presenta así arcos apuntados, angrelados y lobulados en una misma composición, evocando el arte mudéjar.La base tiene en cada una de sus cuatro caras arcos ojivales que se abren como pórticos.