Isidro Gil la describe en su obra Memorias históricas de Burgos y su provincia con el nombre de «atalaya del montecillo»,[2] si bien otras fuentes más modernas le dan la denominación de «torre del Monte».
[1] Las ruinas se encuentran saliendo de Aranda de Duero por el oeste y cruzando el río, tomando el antiguo camino real que conducía a Valladolid.
[2] La torre se encuentra sobre unas lomas en la zona.
[2] Se trataba de una pequeña fortaleza, un castillo flanqueado de torrecillas almenadas, que lucía entre dos cubos, sólidos y fuertes, una puerta de arco redondo.
[2] En la actualidad solo quedan unos pocos restos.