Tras la Primera Guerra Mundial, la torre estaba muy deteriorada, y tuvo que ser desmontada.
En 1931 se reconstruyó la Torre de Goethe, gracias a la donación del empresario judío Gustav Gerst.
Los servicios de emergencias llegaron unos minutos después y descubrieron que la torre ya estaba en llamas.
Los bomberos decidieron dejar que la torre ardiera de forma controlada debido al avanzado estado del incendio, y así poder concentrarse en la protección del entorno natural.
En el entorno de la antigua torre se puede encontrar una columna dórica griega con la inscripción "Arkadien, ein Königreich in Spartas Nachbarschaft" (Arcadia, un reino en la cercanía de Esparta).