La Torre Mocha del antiguo Palacio de los Marqueses de Guadalcázar, también conocida simplemente como Torre Mocha, son los restos del edificio que en su día mandó construir don Diego Fernández de Córdoba y Portocarrero, I Marqués de Guadalcázar, como residencia y casa principal de la familia en el municipio cordobés de Guadalcázar.
También se conserva el alzado del basamento de la otra torre, así como algunas molduras dispersas procedentes del edificio.
Don Diego Fernández de Córdoba y Portocarrero mandó edificar este palacio, en el que planeaba pasar los últimos años de su vida cuando finalizara su periplo por América (donde ostentó los cargos de Virrey de Nueva España, y posteriormente del Perú).
[2] el marqués dispone el derribo de la anterior residencia señorial, de la que disponemos pocos datos, para que se inicien las obras del nuevo palacio.
Las obras se prolongaron durante varios años, tanto es así, que la muerte sobrevino al marqués en 1630 cuando aún no se habían finalizado[2] Las dimensiones del palacio alcanzaban los 65 metros de longitud y 42 de fondo, estaba flanqueado por dos torres gemelas y su fachada principal estaba adornada por doce balcones con rejas.