[1] A diferencia del tornillo, con un clavo de hielo, nos referimos a un ancla que requiere percusión con un martillo para ser insertado.
Dada la menor facilidad de uso y la posibilidad de dañar el hielo, se han vuelto menos utilizados que los tornillos.
Tiene una longitud de 15-25 cm y un diámetro variable según los modelos.
No es seguro con hielo poroso, que tiene inclusiones de aire, temperaturas justo por debajo de 0 ° y color opaco.
Para usar un tornillo, la superficie del hielo se prepara con un piolet, se crea un orificio de invitación y luego se atornilla en su lugar con la mano, girando la placa del gancho de seguridad, o haciendo palanca con una herramienta, o en algunos modelos con una manivela especial.