Se casó por primera vez en 1848 con María de Lequerica.
Tras su divorcio, se casó en 1859 con Casilda Iturrizar, que tras la muerte de Tomás sería conocida como Viuda de Epalza, una gran benefactora bilbaína.
Hizo una gran fortuna, destacando en la vida económica de la Villa y siendo una persona prominente en lo social.
Como empresario, Epalza fue promotor de distintas operaciones mercantiles entre España y América.
Consiguió una importante fortuna en los años en los que estuvo en la isla de Cuba.