Su más célebre obra fue una pintura sobre “El sacrificio de Ifigenia”[1] en la que plasma vivamente las emociones de quienes toman parte en el hecho, sin embargo Agamenón, padre de Ifigenia, es representado en la misma obra con un velo y con el rostro cubierto.
De esta forma, el autor parece mostrar que es imposible expresar, mediante la plástica, un dolor tan grande.
Una pintura descubierta en Pompeya, y ahora en el Museo de Nápoles, es considerada como copia o por lo menos estar basada en el original de Timantes.
"(León Batista Alberti, El tratado de la pintura por Leonardo de Vinci, y los tres libros que sobre el mismo arte escribió León Batista Alberti, Madrid, 1784), comentando así, una obra hoy día perdida y sin registro visual.
La pintura descrita por Plinio fue utilizada frecuentemente en la literatura española del Siglo de Oro.