Mientras tanto una abogada nacida en Sudáfrica, Sarah Barcant, regresa al país desde su casa en la ciudad de Nueva York para participar en el proceso representando a Mpondo.
[2] Una vez preparado todo, se filmó la película en Sudáfrica en Graaff-Reinet en el Cabo Oriental y en Johannesburgo.
[3] El filme fue un fracaso en taquilla e incluso fue en gran parte ignorada por los críticos cuando fue estrenado.
[2] En el presente, sin embargo, la película ha sido valorada en portales cinematográficos y por varios críticos profesionales.
En IMDb, con unos 2500 votos registrados, el filme obtiene una media ponderada de 6,8 sobre 10.