Aunque se extiende desde el siglo XII hasta la actualidad,[1] el término tibetano clásico se refiere particularmente al idioma de los primeros textos canónicos traducidos de otros idiomas, especialmente del sánscrito.
Hay pronombres personales, demostrativos, interrogativos y reflexivos, así como un artículo indefinido, que está estrechamente relacionado con el numeral "uno".
Morfológicamente hay hasta cuatro formas de raíz separadas, que los gramáticos tibetanos, influenciados por la terminología gramatical sánscrita, llaman "presente" (lta-da), "pasado" ('das-pa), "futuro" (ma-'ongs-pa) e "imperativo" (skul-tshigs), aunque la semántica precisa de estas raíces aún es controvertida.
Los gramáticos tibetanos se refieren a estas categorías como tha-dad-pa y tha-mi-dad-pa respectivamente.
Aunque estas dos categorías a menudo parecen superponerse con los conceptos gramaticales en inglés de transitivo e intransitivo, la mayoría de los escritores modernos sobre gramática tibetana han adoptado los términos "voluntario" e "involuntario", basados en descripciones nativas tibetanas.
Esta deficiencia relativa se compensa mediante la adición de auxiliares o sufijos tanto en la lengua clásica como en los dialectos modernos.
Al igual que con los sustantivos, el tibetano también tiene un sistema complejo de formas verbales honoríficas y educadas.