Como resultado de la controvertida decisión del zoológico de criar a Knut domésticamente, y como producto de la estrecha relación entre cuidador y animal, Dörflein se convirtió en una celebridad renuente.
La necesidad de Knut de ser cuidado todo el día requería no solo que Dörflein durmiera en un colchón junto a Knut, sino también que jugara, bañara y alimentara al pequeño diariamente.
Dörflein también acompañaba a Knut en su doble muestra de una hora al día para el público, y por lo tanto apareció en muchos videos y fotografías junto a la cría.
Como resultado, Dörflein se hizo famoso en Alemania y fue galardonado con la Medalla de Mérito de Berlín, en reconocimiento a su continuo cuidado del cachorro.
El zoológico ha establecido un premio para cuidadores pendientes en honor a Dörflein.