Thomas Curtis

Más tarde se retiró de esa competición para preparar la final de 110 metros vallas, la cual era su principal objetivo en las Olimpiadas.

La carrera se convirtió en un duelo entre Curtis y el británico Grantley Goulding tras la retirada de los corredores Frantz Reichel y William Welles Hoyt.

Tras la última valla Goulding iba en cabeza pero finalmente Tom Curtis cruzó en primer lugar la línea de meta.

Los jueces estimaron que Curtis había ganado por 5 centímetros con un tiempo de 17,6 segundos, similar al de su contrincante.

Además participó en el desarrollo de la tostadora y publicó textos humorísticos sobre los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna, el más famoso de ellos High Hurdles and White Gloves en 1932.