Estos murales, que resultarían destruidos un siglo después, los difundió mediante una serie de grabados al aguafuerte que se publicó en París en 1633.
De la aportación de Van Thulden a dicha serie, el Museo del Prado conserva tres pinturas: El descubrimiento de la púrpura, Orfeo y los animales, gran obra producida en colaboración con Frans Snyders que presidió durante años la Sala de Juntas del museo, y Apolo persiguiendo a Dafne, obra recientemente atribuida al autor al descubrirse su firma durante el proceso de restauración en 2017.
En esta etapa del artista resultaba ineludible la influencia de Rubens.
Aunque abandonó Amberes y retornó a su pequeña localidad natal, Van Thulden siguió recibiendo encargos relevantes en la década de 1640.
Van Thulden colaboró con Jordaens y otros en la decoración de la Huis ten Bosch (1648-51).