The Spectator (1711)

La cabecera revivió al involucrarse Steele en 1714, apareciendo tres veces a la semana, durante seis meses; estos ejemplares formaron el octavo volumen.

Aunque su circulación diaria era relativamente modesta, en torno a 3.000 copias, The Spectator fue muy leído.

El conocido filósofo Jürgen Habermas ve The Spectator como verdaderamente importante en la transformación estructural de la esfera pública que ocurrió en la Inglaterra dieciochesca.

Sostiene que tal cambio sucedió y benefició fundamentalmente a la clase media.

Si bien The Spectator siempre afirmó ser neutral políticamente, es ampliamente considerado un defensor y promotor de los valores asociados al partido Whig.