[1]: xii–xiii Los siguientes capítulos se centran en aplicar las teorías antes mencionadas a personajes ficticios destacados de la Tierra Media de Tolkien y en conectar sus personalidades con los arquetipos junguianos.
O’Neill sostiene que numerosos personajes, como Frodo Bolsón, exhiben el concepto filosófico de la autorrealización.
Aunque O’Neill reconoce que a Tolkien no le gustaban las alegorías, sostiene que tal vez Tolkien se vio influido involuntariamente por elementos de la teoría junguiana, lo que significa que los estudios alegóricos de El Señor de los Anillos y otras obras de Tolkien no son necesariamente infructuosos.
[1]: 153–154 Christopher Vaccaro, editor de The Body in Tolkien's Legendarium, calificó el libro como "una lectura junguiana convincente e influyente" (2013).
[2] El experto en Tolkien Thomas Honegger lo calificó como "la obra de referencia insuperable sobre el tema" (2019).