La banda esperó 28 años de carrera para lanzar su álbum homónimo, con el que quiso abrir una nueva etapa en su discografía.
La banda casi interpretó en directo el álbum entero que luego, Ross Robinson, Steve Evetts y el propio Smith se dedicaron a mezclar mínimamente en el estudio.
[2] El álbum desprendió el clásico pero aún peculiar sonido pop del grupo, en su estilo eminentemente oscuro.
La banda se movió por lugares intransitados en su discografía anterior, sin duda influidos por la presencia de Ross Robinson.
De esta manera, con las siempre esenciales canciones pop y hasta los pasajes más densos en los que Smith, dolido, gritó por el micrófono mientras la música creó atmósferas depresivas.