The Bottom Line

Cantada por Martin Gore, es una pieza metafórica que aparentemente habla de amor, pero solo aparentemente pues la letra es una total fantasía en donde Gore se compara con animales y la naturaleza que van en busca del amor verdadero o del objetivo de la vida, extrapolando el significado del amor como sentido verdadero de toda la vida.

La musicalización se muestra más electrónica que otras del álbum, redundando con ello la calidad diversa del álbum que todo el tiempo divaga entre el sonido meramente electroacústico y el retrospectivo hacia una tendencia de música artificial más tradicional para DM.

En cuanto la letra, pareciera describir una fantasía medieval al hablar de fauna, sabios, ríos que fluyen y el amor que sigue siempre su propio curso, aunque la línea principal del título, The Bottom Line, es un término un tanto ambiguo al traducirlo al español pues literalmente se interpreta como la línea de fondo; lo que en un sentido más preciso es como decir “la última línea” o “la línea límite”, donde acaba todo o hasta donde es posible llegar.

Sin embargo, el sentido básico de la canción es muy alegórico, prácticamente inentendible al plantear algo más como el punto al que se llega por el amor, o sea, el destino de la vida, el amor.

La canción únicamente se ha interpretado durante el Exciter Tour, como tema rotativo, o sea no en todas las fechas, y en una forma “acústica” con sólo musicalización de Peter Gordeno en su teclado en modo piano.