Sam experimenta una crisis epiléptica después de ver al monstruo.
Ella lee un pasaje sobre cómo el monstruo se vuelve más fuerte cada vez que alguien niega su existencia y ve ilustraciones de ella estrangulando a Samuel.
Con su mente inestable, Amelia muestra señales de querer dañar a Samuel.
Babadook aparece fundido en las sombras de la habitación y Amelia lo amenaza para que no le haga daño a su hijo, ante ello el monstruo colapsa y su espíritu se retira hacia el sótano.
Poco tiempo después, Samuel y Amelia recolectan gusanos en el patio trasero.
Amelia desbloquea la puerta del sótano e ingresa con un recipiente con gusanos para que Babadook se alimente.