Se trata del tesoro prehistórico cuyo peso en oro es el más elevado de los que han sido hallados en la península ibérica.[2][3] Originalmente debió pesar unos 27 kg, según el testimonio posterior del descubridor,[4] pero aproximadamente la mitad se vendió clandestinamente y el oro fue fundido.[5] Una versión alternativa señalaba que los descubridores declararon un peso del material unos 20 kg inferior al hallado, por lo que el total podría haber pesado unos 50 kg.[6] Poco después de que se conociera la existencia del tesoro, el Comisario Provincial de Excavaciones, Fermín Bouza-Brey, visitó el supuesto lugar del hallazgo y publicó un trabajo que documentó el tesoro en 1942.Por otra parte, en Caldas de Reyes se expone una reproducción del tesoro.[18][19] Con respecto al peine, se ha relacionado con otros peines realizados con materiales orgánicos hallados en varios sitios de Europa que se han fechado en la primera mitad del segundo milenio a. C.[20] Por otra parte, hay autores que han asociado este peine a otro que aparece en la estela de Ervidel II (Portugal), lo que implicaría una cronología más baja.