Terremoto de Lima y Callao de 1609

Gobernaba entonces en el Perú el Virrey Juan de Mendoza y Luna, Marqués de Montesclaros.Se vinieron abajo unas 500 casas y no hubo alguna que no sufriera daños en su estructura.Los daños de la catedral fueron tasados en 200.000 pesos.El notable jurista Don Francisco Carrasco del Saz, testigo presencial del suceso, dice que hubo antes nueve temblores menos fuertes, y refiere que entonces se expuso el Santísimo Sacramento; que se puso en los edificios esta leyenda: “Cristo sed con nosotros”; “Santo Dios, Santo fuerte, santo inmortal, ten misericordia de nosotros”; y que esto se hizo por consejo del P. Juan Sebastián de la Parra, sacerdote venerable de la Compañía de Jesús, que predicó al pueblo en la plaza.El célebre poeta chileno Pedro de Oña, en un informe en verso elevado al Virrey Marqués de Montesclaros, cantó en octavas los estragos del terremoto: