Esta inscripción se encontraba originalmente en los mapas, principalmente en los planisferios, para designar las tierras situadas más allá de las zonas conocidas por la civilización occidental.
Así, el África interior (cuenca del río Congo principalmente) ha sido considerado durante mucho tiempo como terra incognita, lo mismo que los lugares situados al sur de Nueva Zelanda (terra australis incognita, tierra austral desconocida).
los cartógrafos se alimentaban de numerosos mitos que ellos transcribían en sus mapas.
Así, una materia puede ser terra incognita para una persona si ella excede el campo de sus conocimientos.
La expresión "terra incognita" está vinculada al descubrimiento y a los grandes espacios, así pues es utilizada frecuentemente en un marco comercial para recordar estas dos nociones.