Al mismo tiempo, se construyó el viaducto de hormigón armado sobre las vías clausuradas del Ferrocarril Mitre que serviría para la entrada de ómnibus a la terminal, y se nivelaron las calles de la zona para mejorar el tránsito futuro.
Las estaciones terminales generan a su alrededor áreas afectadas por las operaciones y servicios que allí se dan; a diferencia de esta aproximación se propuso un edificio que, más allá del servicio que provee, sea un edificio netamente “urbano” y significativo dentro de la trama de la ciudad.
Tal vez nos podamos referir a lo que significaron los edificios del Automóvil Club Argentino dentro de cada ciudad.
La imagen arquitectónica es perdurable, alejada de los modos pasatistas del momento, entroncada con la historia de la arquitectura argentina, sólida, con clara definición entre interior y exterior.
En los laterales del edificio se generaron paseos urbanos parquizados para toda la comunidad; paradas de taxis y estacionamientos se integran en estas áreas.
La inflexión del eje longitudinal con respecto a la trama urbana, intenta enfatizar el carácter de proa hacia la esquina más activa del movimiento urbano.
La funcionalidad del edificio está dada por un claro sistema circulatorio de ómnibus y pasajeros.
En ese momento pueden optar por utilizar los ascensores, la rampa peatonal y las mecánicas de acuerdo a sus necesidades.
La relación entre la imagen y la tecnología ha sido otra preocupación central del proyecto.
En la planta alta, una carpintería perimetral de aluminio y vidrios laminados cierra el total del área.
Los pisos interiores y exteriores son continuos tipo terrazo con incorporación de color.
A esos efectos, la vinculación en el punto de arranque en la Avda. Costanera se efectúa a diferente nivel mediante un intercomunicador vial del tipo “trompeta” en el cual ya se han previsto las obras para contemplar una futura ampliación de la Av.
El ingreso a este intercomunicador será exclusivo para los vehículos de transporte público de pasajeros, lo cual será debidamente advertido en forma previa mediante adecuada señalización vertical.
Costanera, se ha previsto una altura libre de 5,10 m. Cruzan al viaducto las calles Defensa, avenida Roca, Arenales, Santa Cruz, y por último, Chaco, inmediatamente antes del ingreso al edificio de la nueva terminal.
Las columnas de iluminación, en la parte típica del viaducto, están instaladas cada 25 m, según los requerimientos lumínicos habituales.
Se instalaron dos pórticos de señalización vertical en concordancia en la Av.