En la época prerromana las aguas termales de Badenweiler ya fueron utilizadas por los celtas.
[3] Poco después de la conquista romana surgió un asentamiento civil[4] con un edificio de termas[5] que fue remodelado y ampliado probablemente varias veces.
[6] Las termas fueron dedicadas a Diana Abnoba,[7] la diosa galo-romana de la Selva Negra, y formaron el núcleo del asentamiento.
La primera remodelación[8] afectó sobre todo al antecuerpo norte del edificio.
Además, se construyeron nuevos vestuarios laterales con palestras situadas delante y dos nuevas piscinas fueron instaladas en los antiguos vestuarios.