Los primeros clasificados de cada grupo ascienden directamente a Segunda Regional B.
En otras temporadas se jugó una liguilla o play-off de promoción.
Al ser Tercera Regional la última categoría del fútbol aragonés, ningún equipo desciende a una división inferior, lo que mitiga las tensiones existentes en divisiones superiores.
Jugadores y entrenadores son aficionados, no existiendo profesionales en esta categoría.
Con sus recursos deben pagar diversos gastos: inscripción del equipo en la competición; ficha de cada jugador para que disponga de un seguro; remuneración del árbitro; equipación, balones y otros materiales; multas y alquiler del campo de juego.