La terapia neural es una forma de medicina alternativa en la cual un anestésico local se inyecta en zonas del cuerpo específicas.
Cada día hay más evidencia científica que la avala y los riesgos son bajos.
[6] La práctica se originó en 1925, cuando Ferdinand Huneke, un cirujano alemán, usó una nueva droga (procaína, un anestésico local) para tratar una migraña severa en su hermana.
[8] Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, "la evidencia científica no apoya las afirmaciones de que la terapia neural sea efectiva en el tratamiento del cáncer o cualquier otra enfermedad".
[9] En general, los riesgos del tratamiento, tales como daños a los órganos causados por la aguja, sobrepasan cualquier beneficio que pudiera tener.