Tepeyóllotl

También se le conoce como el dios de los terremotos y perturbaciones sísmicas de acuerdo al intérprete del Códice Telleriano-Remensis, cuyo nombre se desconoce.

Tan poderosos son estos gigantes que arrancan los árboles simplemente con las manos.

Elevándose desde el fondo del océano, éste se convierte en un enorme jaguar, que aún hoy puede ser visto transformado en la constelación de la Osa Mayor.

A su regreso, la raza de los gigantes es completamente devorada por los fieros jaguares.

Este mundo es destruido por Tezcatlipoca, que vence a Quetzalcóatl derribándolo.

De igual forma la piel del jaguar tenía un significado importante para los indígenas ya que ésta se asemejaba al cielo estrellado; “los mayas yucatecos, usan una misma palabra ek para nombrar a las estrellas y a las manchas del pelaje del jaguar.

A veces nombran al felino ekel mientras los totonacas lo llaman stáku-nisin, es decir "estrella jaguar" [3]​ Se conocen diferentes connotaciones que se le han dado a Tepeyóllotl de acuerdo a la cultura y el lugar del que se hable, por ejemplo: en el estado de Chiapas Tepeyóllotl es “Uotan” que significa “Corazón” y que se relaciona con el sonido del retumbar de la tierra durante los terremotos.

En Chalcatzingo los jaguares son representados acompañados de plantas, en especial en la cultura Olmeca, haciendo alusión a la tierra y la relación que existe entre ésta y el jaguar.

Según creencias indígenas el jaguar era considerado como el animal más audaz y aquel que se desplazaba durante la noche y en cuanto al sol nocturno se interpreta el cambio de día a noche como un fin de ciclo, que en este caso se refiere a la caída de Tezcatlipoca.

Tepeyóllotl descrito en el Códice Borgia . [ 1 ]
Representación de Tepeyóllotl.