Kitovani acusó a Gamsajurdia de intentar disolver la Guardia Nacional, y que esto lo hizo por orden de los golpistas de Moscú que habían tomado el poder brevemente en la URSS, aunque nunca mostró los documentos probatorios que dijo poseer.
Tanto Ioseliani como los partidarios de Gamsajurdia, así como observadores independientes, denunciaron que Kitovani alquiló tropas soviéticas/rusas acantonadas en Tiflis par unirse al ataque contra el gobierno.
[4] La primera y más conocida de las acciones unilaterales fue la tomada por Kitovani durante la planificada operación militar contra los partidarios de Gamsajurdia, que habían formado bolsas de resistencia armada en Georgia occidental, y habían tomado a funcionarios gubernamentales como rehenes.
Otra versión de los hechos, que circuló con frecuencia en Georgia, afirmaba que Rusia, que apoyaba a Abjasia, instigó a Kitovani a lanzarse al conflicto, así como prometió apoyarle en sus ambiciones de poder en Georgia una vez terminada con éxito la operación.
[6] Con posterioridad, Shevardnadze avusó a Kitovani de provocar un conflicto armado en Abjasia, afirmando que Kitovani desobedeció sus órdenes y avanzó con sus tropas hacia Sujumi.
Entre persistentes rumores que estaba planeando un nuevo golpe militar, Kitovani fue forzado a dimitir en mayo de 1993, aunque un protegido suyo, Gia Karkarashvili, fue nombrado en su lugar, con lo que aún retuvo parcialmente el poder, de acuerdo con los rumores que se esparcieron por Tiflis, por medio del control sobre la "mafia georgiana de la energía",[14] y sus ·relaciones especiales" con el Ministro de Defensa ruso Pavel Grachev.
[20] Kitovani vivió en Moscú desde donde criticó duramente al gobierno de Shevardnadze en varias ocasiones.
Kitovani también apoyó las acusaciones rusas sobre 700 guerrilleros chechenos habían pasado el invierno en Georgia, en la garganta de Pankisi.