Dedicado a Suria, dios del Sol, es uno de los edificios más importantes del país por su arquitectura y los bajorrelieves que decoran sus muros, de temática fundamentalmente erótica.
La localidad donde se encuentra el templo (Konārk) recibe su nombre de kona, que significa ‘lugar’, y arka, una denominación del Sol.
En agradecimiento, erigió un templo, el primero que se construía sobre el sitio de Konark.
Parece que esta leyenda sea la transposición local de otra leyenda que decía que estos hechos legendarios habrían sucedido donde se encuentra también un templo de Suria, en la antigua Mula Samburu (el actual Multán, en Pakistán), a orillas del río Chandra Bhaga (hoy llamado Chenab, afluente del río Indo, en el Panyab).
Según el Mandala Apnaji —una crónica medieval—, el primer templo construido habría sido obra del rey Purandarakesari.
El cronista y secretario personal de Akbar, Abu'l Fadl, escribió al visitar el templo: «Incluso aquellos que tienen un juicio crítico y son difíciles de satisfacer quedan asombrados al verlo».
El especialista en arquitectura india James Fergusson visitó el templo en 1837, realizó varios dibujos y estimó la altura de los restos del sikhara en unos 45 metros.
El templo principal figura ser un carro tirado por caballos y montado sobre 24 ruedas.
En 1838, la Asiatic Society of Bengal pidió responsabilidades al gobierno inglés para reclamar unas reparaciones tras las degradaciones cometidas por el vecino rash de Khurda.
Se plantaron árboles para bloquear la arena y proteger el templo del viento marino.