[1] El edificio es catalogado como Conjunto Arquitectónico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para su preservación.
En el año de 1678 se catalogó ya como un templo bajo mando del padre Pedro Silva el cual hizo trabajos de agrandamiento.
Alrededor de 1694 el lugar sufrió un ataque por indígenas ajenos a la región debido a conflictos entre etnias, tomando un control moderado de la situación el padre Horacio Polici, por lo que decidió fortificar la edificación.
En 1760 la iglesia fue fortificada por completo para proteger a la población de los ataques violentos que provenían de los apaches, algunas otras misiones cercanas al valle de Bacerac optaron por la misma estrategia y poder defenderse.
[3] Después de una larga administración los jesuitas fueron expulsados en 1766 y en su lugar llegaron los franciscanos provenientes de Jalisco.