Carlos Ortega se acerca a él y le informa de que los Graboides están matando a sus trabajadores en su yacimiento petrolífero de Chiapas, México, y le contrata para darles caza.
Earl se niega en un principio, pero el taxista de Ortega, Grady Hoover, convence a Earl para que cambie de opinión tras mencionarle que Ortega pagará 50,000 dólares por cada Graboide muerto; ambos se unen a la caza.
Al día siguiente, Earl y Grady son sorprendidos por uno de los Graboides, lo que les hace dar marcha atrás presas del pánico y estrellar el camión contra una zanja inclinada.
Earl consigue matar a una de ellas, pero los dos huyen en un coche que han encontrado cuando llegan más criaturas.
A través de la experimentación, el grupo descubre que estas criaturas (ahora apodadas "Shriekers") son hermafroditas que pueden replicarse a un ritmo increíble después de comer suficiente comida.
Corren hacia el coche de Julio, pero Burt lo desactiva accidentalmente al matar a un Shrieker.