Telfairia occidentalis

Es una planta tolerante a la sequía, perenne dioica que por lo general es cultivada utilizando espaldares.[1]​ Sin embargo, es predominantemente utilizada por el pueblo Igbo , quienes continúan cultivando la calabaza como fuente de alimentación y para uso en medicina tradicional.[3]​ La calabaza costillada es un tema recurrente en el folclore del pueblo Igbo, la calabaza costillada es valorada por sus propiedades curativas y se la utilizaba como tónico fortalecedor, que se le daba a los débiles o enfermos.[3]​ Tanto en la variedad pistilada como en la estaminada, las flores de T. occidentalis se desarrollan en conjuntos de cinco, con pétalos color blanco cremoso y rojo oscuro, lo cual contrasta con el color verde claro del fruto cuando joven, y amarillo cuando ya maduro.[5]​ Tradicionalmente la calabaza costillada ha sido utilizada por las tribus locales como un tónico para la sangre, posiblemente a causa de su contenido proteico.
Mujer de Nigeria cortando ugwu para preparar sopa.