Normalmente tiran de estas carretas caballos y más raramente mulos, bueyes o búfalos.
Tradicionalmente construidas totalmente de madera, las versiones modernas incorporan ruedas con neumáticos.
La más grande era la fábrica Smena (Смена) de Borovichí, que en la década de 1980 producía hasta 2 000 telegas al mes, distribuidas por todo el país.
En 1823, Pushkin escribió el poema "La telega de la vida" (Телега жизни).
Este hecho esta vinculado con la inmigración de colonos rusos y ucranianos (en su mayoría dujobory y molokanes), que trajeron consigo este vehículo.