[2] Después de perder dos Copas del Mundo, en España 1982[3] y México 1986, al comando de la selección brasileña, cargó por mucho tiempo con la fama de "pecho frío".
Sin embargo, en una encuesta realizada por la revista deportiva Placar, a finales de los años 1990, fue elegido por periodistas, jugadores y exjugadores como el mejor entrenador de la historia de la Selección Brasileña.
A partir de 1990 hasta principios de 1995, dirigió el São Paulo, conquistando dos veces consecutivas la Copa Libertadores de América, la Recopa Sudamericana y la Copa Intercontinental.
Es considerado el mayor entrenador sanpaulino de todos los tiempos.
También es el técnico que más partidos oficiales dirigió en el Atlético Mineiro.