El primer telégrafo de puntero fue construido en 1839 por el físico e inventor británico Charles Wheatstone.
En 1846, el inventor August Kramer construyó una versión mejorada del telégrafo de Wheatstone, que fue fabricada industrialmente por Werner Siemens y Johann Georg Halske al año siguiente, dando origen a la empresa Siemens AG, que con el paso del tiempo llegaría a ser una de las mayores empresas de ingeniería eléctrica del mundo.
[1] El telégrafo de Siemens supuso una auténtica revolución en las comunicaciones a larga distancia.
A diferencia del sistema morse, hizo posible por primera vez que un operario sin apenas formación específica pudiera transmitir mensajes de texto, en un sistema precursor de lo que posteriormente sería el teletipo.
Werner von Siemens informó en una carta a su hermano Wilhelm en 1847: "Mi telégrafo usa solo un cable, se puede tocar con teclas como un piano y combina una gran velocidad con la mayor certeza de que se puede telegrafiar casi tan rápido como se presionan las teclas una después de otra.