Se denomina así en honor del dramaturgo toledano Francisco de Rojas Zorrilla.
El autor del primer proyecto de edificación del teatro fue el arquitecto municipal Luis Antonio Fenech, quien presentó en el ayuntamiento los dibujos y la memoria correspondientes en 1866, año en que comienza a desmantelarse el coliseo que sucedió al anterior corral de comedias, el Mesón de la Fruta.
Multiplicó las escaleras, mejoró el trazado de la sala, dándole una herradura más abierta, graduó el vuelo y la disposición de los distintos pisos y favoreció la ventilación a través del techo de la sala.
A Ramiro Amador de los Ríos le sucedieron, en pocos años, tres arquitectos más, si bien éstos no modificaron el proyecto en curso.
En las pinturas del techo aparecen Talía, la musa del teatro, y una serie de medallones en los que vemos a grandes autores del teatro español, como Tirso de Molina, Calderón de la Barca o Francisco de Rojas, que da nombre al teatro.