Fue proyectado por los ingenieros civiles Germán y J. B. Joselevich, E. Ramírez y Rafael Abril en el estilo art decó característicos de su época, y se inauguró hacia 1937, ocupando un terreno que estaba desocupado gracias al reciente ensanche de la calle Corrientes.
De su fachada se destaca su alta torre escalonada, que le da una silueta distintiva a la distancia.
Originalmente se llamó Cine-Teatro Metropolitan, de acuerdo a esa modalidad que se dio en el período en que el cine comenzó a desplazar al teatro dentro del mercado del entretenimiento.
Tenía, como todos en esa época, una única sala dividida en dos niveles: una platea y una bandeja superior o tertulia, que sumaban 2.000 butacas.
Se accedía a ambos desde un gran vestíbulo revestido en mármol botticino.