Tarso (párpado)

Los tarsos son dos placas alargadas relativamente gruesas de tejido conectivo denso, que miden unos 2.5 cm de largo; hay una en cada párpado, y ayudan a definir la forma del párpado y le brinda apoyo.

[1]​ El tarso posee una parte inferior y otra superior que forman el párpado.

Los márgenes libres de estas placas son gruesos y rectos.

Los ángulos mediales de las dos placas confluyen al saco lagrimal, y se encuentran fijados al proceso frontal del maxilla por medio del ligamento palpebral medial).

A lo largo del margen interno del tarso se encuentran glándulas sebáceas modificadas denominadas glándulas tarsales (o glándulas Meibonianas), alineadas verticalmente dentro del tarso: 30 a 40 glándulas en el párpado superior, y 20 a 30 en el párpado inferior, las cuales secretan un producto rico en lípidos que ayuda a que las secreciones lagrimales o lágrimas no se evaporen demasiado rápido, y por lo tanto manteniendo al ojo húmedo.